Kids o la
recuperación del canon clasicista griego
Hace calor y hace veinte años que se estrenó Kids de Larry Clark.
El sudor agrio adolescente, el aire cálido del verano
neoyorquino, el skateboard y según dicen el sexo promiscuo y las drogas como
hilos conductores de una película que supuestamente debía abrir los ojos a la
sociedad sobre la verdadera realidad de la juventud de mediados de los 90.
En cuanto al tema de las drogas, y teniendo en cuenta la
obra fotográfica de Larry Clark previa a la película (series como por ejemplo Tulsa) y obras cinematográficas (y
biográficas) anteriores como Cristina F.
creo que el hecho de que en la película aparezcan drogas y alcohol es meramente
anecdótico. Un recurso dramático-narrativo más, como también considero que lo son
los diálogos cortantes plagados de tacos, la violencia racista, desmedida y sin
sentido y la estética “documental” que se ha mencionado hasta la saciedad al
hablar de esta película.
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Larry Clark. Primera escenda de Kids, 1995 |
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Publicidad de American Apparel |
Y es que no termino de entender cómo un catálogo en
movimiento del American Apparel puede considerarse “documental” ni cómo un
canon de belleza cuidadosamente buscado y premeditado –el del cuerpo lánguido, estilizado, andrógino y
aniñado que se retrotrae no sé ¿a los efebos de la antigua Grecia por ejemplo? –
puede considerarse realista o descarnado.
Si algo ha hecho siempre que me costara empatizar
tremendamente con Kids no era la idea
del contagio del sida, el sexo promiscuo, las drogas o su supuesto desencanto vital
sino su estética y su ambiente tremendamente artificial. No creo que el hecho
de abordar temas tan tradicionalmente tabú tenga nada de particular, mucho
menos de transgresor. Creo que, en todo caso, el hacer apología de esos temas a
través de la belleza de un cuerpo adolescente determinado sí que es mucho más
perverso y creo que es, en gran parte, donde reside el encanto de la estética y
la cultura de los trabajos de Larry Clark: la forma en que sublima la sordidez
y la convierte en un foco de atracción a través de la belleza y el encanto que
representan los cuerpos adolescentes a medio terminar.
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Efebo griego |
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Larry Clark. Serie Tulsa, 1973. |
Larry Clark como Nabokov. Larry Clark como clasicista. Larry
Clark con sus Lolitas montadas en monopatín. Larry Clark con su particular
Effie Gray aka Chloe Sevigny.
KIDS/AIDS
Reconozco que ni de lejos vi Kids cerca de su fecha de estreno, el 21 de julio de 1995, pero
recuerdo vagamente cómo se hablaba de ella por la tele como de una película
tremendamente controvertida y diferente. Trataba sobre el sida y creo que
cualquier niño nacido en los 80 y educado para temer a las jeringuillas tiradas
en los parques por encima de cualquier otra cosa, entenderá perfectamente la
inquietud que producía una película que trataba sobre el contagio del sida
entre adolescentes.
Creo que era meramente una cuestión de empatía y en esto sí
que creo que Kids fue, por absurdo
que parezca, toda una revelación: todo el mundo puede contagiarse.
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Larry Clark. Kids, 1995 |
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Anuncio del Ministerio de Sanidad y Consumo
para la prevención del contagio del Sida. Años 80 |
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Larry Clark. Kids, 1995 |
Una verdad a voces que gracias a la cultura homofóbica y
heteropatriarcal se había intentado ocultar estigmatizando una enfermedad e
intentando convertirla en una especie de castigo divino reservada sólo a putas,
promiscuos, drogadictos y otros transgresores de la moral ortodoxa. Una mentira
culturalmente construida que debido a la desinformación costó la vida a miles
de personas. Una película que trató el tema demasiado tarde pero que, a pesar
de todo, levantó ampollas.
Recuerdo perfectamente ir haciéndome mayor y no querer ver la
película: por algún fallo de memoria y por eso de querer hacer las cosas más
aterradoras de lo que en realidad son, creía que, el protagonista, contagiaba
conscientemente su enfermedad como si, más allá de acostarse con vírgenes, su verdadero
placer fuera el de la transmisión. Una venganza cruel no tan descabellada si
nos acordamos del final sifilítico al que se somete a la madre de Eugenia en La filosofía en el tocador del también
temido Sade.
Casi me decepcioné cuando me di cuenta que el recuerdo que
tenía en mi cabeza no tenía nada que ver con la película en realidad.
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Larry Clark. Jennie descubre que ha sido contagiada, Kids, 1995 |
Sin embargo me gusta la intriga y creo que lo más brillante
de Kids es precisamente su trama de
misterio, casi de terror ¿conseguirá Jennie encontrar a Telly y prevenirle?
¿Cambiará Telly de actitud? ¿Se asustará?
¿Y Jennie? ¿Para qué avisarle? ¿Para evitar nuevos contagios
o para hacerle consciente de su pesar? ¿Final o Revenge Girl?
¿Boys? And ¿Girls?
La contraposición manifiesta de los géneros que se hace en la película es finalmente lo que más
inquietud me causa de todo. Me deja alucinada la visión tan sumamente negativa
que se le achaca al género masculino, es descarnada y, evidentemente, no lo es por
lo explícito de las conversaciones sino por lo poco que importan los demás.
En la película no hay lugar para lazos emocionales de ningún
tipo, todo se supedita a un hedonismo efímero y egoísta que no tendría nada de
malo de no ser por el discurso nihilista del que se le rodea y se le impone. Lo
que me inquieta es no saber distinguir si esta es la percepción real de sus
creadores (Clark, Harmony Corine, etc) o simplemente es un recurso más para
enfatizar situaciones sencillas como el hecho de que los adolescentes mantienen
relaciones sexuales mucho antes y con mucha más diversidad y despreocupación de
lo que la sociedad tiende a admitir.
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Larry Clark. Kids, 1995 |
Me preocupa, al igual que la vileza masculina que se desprende de la película, la victimización femenina y en concreto la de las “vírgenes-víctimas”.
En el momento en que se mantienen conversaciones paralelas entre el grupo de
chicos y el de chicas se representa una actitud igualmente activa y desinhibida
ante el sexo pero cuando Telly enumera sus estrategias para cautivar a sus
vírgenes, cual Don Juan moderno, no
termino de diferenciar si es un recurso dramático más del film o una nueva
recreación de esa idea tan heteropatriarcal y manida de que las mujeres no
tienen una sexualidad activa propia y deben ser convencidas y conquistadas para
poder mantener con ellas relaciones sexuales, sean vírgenes o no.
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Larry Clark. Kids, 1995 |
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Larry Clark. Kids, 1995 |
Teniendo en cuenta la sucesión de desgracias que afronta Jennie/Chloe
Sevigny a lo largo del film –charla con taxista pesado incluida– y que su
personaje recuerda a referentes previos como el de Lauren Hynde de la novela Las leyes del a atracción de Easton
Ellis, casi me decantaría por lo de que la contraposición agresiva en torno a
los arquetipos de género –construidos a partir de varios lugares comunes de la
cultura patriarcal– es un recurso decorativo más, un argumento para convencer
al espectador virgen de la transgresión, la veracidad y la dureza de una historia
que, como la de tantas otras películas de culto, no es sino un remix de
convenciones y de otras historias ya contadas.