viernes, 22 de abril de 2016

Dogfight



Tender is the night…
Las cosas más importantes suceden en periodos cortos de tiempo. Un instante, unos segundos, 24 horas, un despertar, una noche…
La historia se cuenta en décadas, siglos y milenios por eso la escribimos con mayúscula y se nos muestra ajena, facetada, subjetiva e incompleta… las historias de verdad suceden en una llamada de teléfono, un gesto, una canción, una buena o una mala idea.
Rose...
Birdlace...
En 1962, en San Francisco, Birdlace conoce a Rose. Una broma cruel desencadena una cena formal, un concierto improvisado, un baile orquestado por autómatas, una primera vez y una despedida. Una broma cruel antecede el asesinato de Kennedy, la guerra de Vietnam y un verano del amor, el de 1969 dicen, anegado de MDMA, antelina, flores y restos de napalm desprendiéndose de chaquetas y bolsas verde militar.
Nancy Savoca. Dogfight, 1991
De la transición violentamente sutil del tul y los beehives a las campanas y las camisas de hilo; de la herencia de Eddie Cochran, Wanda Jackson, pasando por Claudine Clark y Philspectorianismos varios, hasta llegar a Joan Baez, Dylan y Jefferson Airplane a través de los sueños musicales en el tiempo que perduran, se inflaman y se transforman en una noche, en una década, en una vida… a través del sonido.
 

  Eddie Cochran, Rose, Joan Baez y Bob Dylan

Las grandes figuras musicales femeninas intuidas a través de la fantasía y las promesas del futuro, los sueños y los anhelos. La feliz ignorancia provocada, como casi siempre sucede, por los intereses políticos de esos poderes que sólo entienden de la historia con mayúscula y nunca de las historias que suceden en un cruce de miradas. La amistad, el zumbido de las abejas y la pérdida.

Todo en una sola noche.