Una infancia
rodeado de cuadros de mujeres dolientes, llorando al teléfono o en el suelo del
cuarto de baño marcaría a cualquiera. A Mitchell Lichtenstein le dio por el
cine y creo que, con la tranquilidad de vivir de los cuadros de papá y tras
darse cuenta de que lo suyo como actor no iba a funcionar, dirigió en 2007 la
película Teeth.
Roy Lichtenstein. Crying Girl |
Supuestamente
inspirada por una clase de Camille Paglia a la que acudió Lichtenstein sobre la vagina dentata, Teeth es una mezcla de película de
terror, comedia negra y cine adolescente.
Un transgénero
fílmico que retoma y revisa el mito de la mujer monstruosa y nociva,
utilizándolo para denunciar, entre otras cosas, el neo-puritanismo, el retroceso
de los derechos de la mujeres (mmmm ¿a qué me recuerda esto?) y la ignorancia
promovida en los Estados Unidos durante la administración Bush (2004-2009) que,
entre otras cosas, apoyó con fondos económicos a grupos pro-abstinencia como
The Silver Ring Thing.
Purity, purity…
Teeth es la historia de Dawn, una
chica de instituto algo pazcuata e infantil que lidera su grupo de pureza, ve
películas moralmente aceptables con sus amigos, decora camisetas con
brillantitos y pasea alegremente en bicicleta.
Dawn no se
masturba, no mantiene relaciones sexuales y fantasea (no sin muchos
remordimientos) con el día, o mejor dicho la noche, de su boda.
Pureza, pureza, pureza... |
Cuando Dawn
conoce en su grupo de castidad a Tobey, piensa que ha encontrado al compañero
perfecto para hablar y compartir sus ideales de pureza pero el flamante
caballero termina por convertirse en un agresor que fuerza a Dawn en una
especie de lago cavernoso con demasiadas connotaciones antediluvianas que nos
devuelven, de nuevo más mitos, a una posible relectura de aquello que siempre
nos han contado sobre el pecado original.
Ryan pierde su pene |
Sin embargo, el
cuerpo agredido de Dawn reacciona y, tan aterrorizada como sorprendida,
descubre que ha castrado a su atacante.
Destroy All Monsters
A diferencia de
lo que sucede en otras películas de terror y violación como I Spit on your Grave o incluso en la
adaptación fílmica que se hizo de la vida de Aileen Wuornos, Monster; Dawn no se traumatiza y
reacciona negativamente sino que a raíz de su tragedia empieza a cobrar conciencia
de su propio cuerpo y, sobre todo, de su poder, un poder que, paulatinamente,
lograr controlar y utilizar en su favor.
La película
podría haber tomado unos derroteros muy distintos: podría haber sido otra
historia más de castración y agresión al “hombre enemigo” y sin embargo
Lichtenstein genera una narración a favor del autoconocimiento propio, el
pensamiento crítico, la educación, y el empoderamiento femenino.
Teeth. Dawn antes y después |
Teeth juega además con el hecho de
tener una protagonista que cree fervientemente en la pureza y la abstinencia e
incluso, tras una experiencia traumática que podría haberla hecho persistir en
sus ideas, lo que nos desvela el film es que ha sido la ignorancia y la
supresión lo que la han dejado desvalida y, su nueva condición (no de mujer con
vagina dentata sino de mujer que
ejerce el control sobre su cuerpo y su mente) la que la lleva a descubrir un
futuro sin tantos límites ni ataduras.
La idea que
obsesionaba a Lichtenstein cuando hizo la película no era tanto que los adolescentes
sectarios americanos follaran o no, sino la idea de que la educación y el
sistema promuevan, sin dar elección, ciertos comportamientos y actitudes
morales que, además, atacan y merman directamente los derechos de las mujeres.
En este sentido,
la escena más evidente es la de la clase de biología en el instituto en la que
el profesor no puede mencionar la palabra vagina, censurada en los libros con
una pegatina, frente a una orgullosa ilustración del aparato reproductor
masculino.
Meir Zarchi. I Spit on your Grave, 1978 |
Me parece muy
inteligente unir la ignorancia y el miedo a lo desconocido con los mitos de la
monstruosidad femenina, el pánico genital, etc.
Teeth sigue y mejora la línea de
películas como Carrie, You´re Next o Jennifer´s Body, añadiendo un componente más cínico, más crítico e
intelectual (la descripción de Vagina
Dentanta que la protagonista obtiene de Google la realizó la propia Camille
Paglia) y recalcando la urgencia y la necesidad de construir un pensamiento
crítico y fomentar una educación igualitaria que nos lleven a destruir o
reconvertir los mitos inculcados por el miedo a las medusas, las femme-fatale, las
sirenas, las brujas, las filósofas, las feministas y las mujeres sexualmente
activas e independientes.